Por el Dr. Petrus Raulino
Un estudio publicado en la revista JAMA Network Open presentó pruebas considerables en humanos de que la exposición de un padre al estrés traumático en su infancia o adolescencia puede tener consecuencias en el desarrollo cerebral de sus hijos.
Es posible que la transferencia de algunos de los efectos del estrés paterno durante la infancia o la adolescencia a la descendencia se produzca sin que ésta esté expuesta directamente a él. estrés.
Estrés en la infancia
Se sabe que el estrés en la infancia de un individuo puede influir en la programación psicobiológica del cerebro en desarrollo, pero la hipótesis de que las consecuencias del estrés en el padre puedan transmitirse epigenéticamente a sus hijos es apasionante.
El estudio realizado por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Torku (Finlandia) aportó nuevas pruebas de que es posible que las experiencias de estrés paterno se transmitan intergeneracionalmente a través de rasgos epigenéticos.
Un rasgo epigenético es un fenotipo hereditario estable que resulta de cambios cromosómicos sin alteraciones en la secuencia del ADN.
Estudios previos en animales han descrito la herencia epigenética transgeneracional por la línea paterna a través de cambios en los microARN del esperma.
En los roedores, el estrés paterno previo al nacimiento de las crías puede reflejarse en cambios tanto en la estructura y función del cerebro como en el comportamiento de las crías.
Estudio con recién nacidos humanos
En el estudio de la Universidad de Torku realizado en recién nacidos humanos, el objetivo era identificar biomarcadores asociados a la exposición temprana al estrés, así como cualquier antecedente de enfermedades somáticas y psiquiátricas comunes.
Se reclutó a 180 recién nacidos y se les sometió a resonancias magnéticas cerebrales.
Se preguntó a los padres sobre sus experiencias de estrés durante la infancia o la adolescencia utilizando la Escala de Valoración del Trauma y el Estrés (TADS).
Los resultados
Sugirieron que una historia de estrés paterno en la infancia o la adolescencia se asocia con alteraciones en el desarrollo de la materia blanca de las regiones cerebrales de los niños en la primera infancia (en particular, el cuerpo calloso, la corona radiata superior derecha y las partes retrolenticulares de la cápsula interna).
Fuente: Karlsson et al., 2020.
Estos resultados pueden explicarse por la transmisión genética paterna directa o por la correlación gen-ambiente paterna en relación con el desarrollo cerebral.
Otra posibilidad es que la asociación esté mediada por modificaciones epigenéticas en la línea germinal masculina.
Si estos conocimientos se dilucidan mejor en humanos, podrían tener implicaciones de gran alcance. Estamos atentos a nuevas investigaciones.
Referencias
Karlsson, H., Merisaari, H., Karlsson, L., Scheinin, N. M., Parkkola, R., Saunavaara, J., ... & Tuulari, J. J. (2020). Association of Cumulative Paternal Early Life Stress With White Matter Maturation in Newborns. JAMA Network Open, 3(11), e2024832-e2024832.
Dickson, D. A., Paulus, J. K., Mensah, V., Lem, J., Saavedra-Rodríguez, L., Gentry, A., ... & Feig, L. A. (2018). Niveles reducidos de miRNAs 449 y 34 en esperma de ratones y hombres expuestos a estrés en la vida temprana. Psiquiatría traslacional, 8(1), 1-10.
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